La rama masculina de los consagrados de la Comunidad del Emmanuel tiene un nuevo responsable: Bernard Michat. Descubrámoslo en algunas palabras.

Hola, Bernard, ¿Cómo te hiciste hermano consagrado ?

Encontré al Señor a la edad de 37 años, mientras me preguntaba sobre el sentido de mi vida. El Señor me dio la respuesta en el curso de un viaje a Tierra Santa, invitándome a seguirlo, sin saber a dónde me conduciría. Yo respondí Si, con alegría y confianza.

Tiempo después encontré a un hermano consagrado que me hizo conocer esta vocación. Comprendí que estaba llamado a dar mi vida al Señor, en el corazón del mundo, en el celibato escogido por el Reino de Dios y viviendo esta llamada en una vida simple y alegre. Mi lugar de trabajo se convirtió en mi lugar de misión, a través de numerosos contactos que había establecido, en particular por mi  compromiso en el seno de un sindicato cristiano.

No podía imaginar que el Señor me daba una respuesta tan poco esperada. Gran alegría ha sido para mí descubrir esta vocación y vivirla cada día, particularmente en mi trabajo.

Y después de esta llamada, ¿Cuál ha sido tu camino?

Trabajé  varios años en un banco, con gran satisfacción. Fui llamado por la Comunidad en 2012 a poner mi experiencia profesional servicio de Fidesco.  Allí yo supervisaba los proyectos de ayuda a los pobres en los países donde la comunidad está presente, en África (Ruanda, Burundi, Guinea…)

Desde el mes de septiembre estoy en misión en Roma, en la iglesia de la Trinidad de Monts y en el Centro San Lorenzo.

¿Hay grandes proyectos actualmente para los hermanos consagrados del Emmanuel?

Pierre Goursat fue el primero de los hombres que se consagraron en el celibato en el seno de la Comunidad: su vida de oración como adorador en el corazón del mundo, y también su compromiso como crítico de cine son un modelo para nosotros.  Hoy, 22 hermanos siguen el camino de la consagración en el celibato.  El gran desafío es el apoyo y el acompañamiento de hermanos que están dispersos en tres continentes: Europa, África, América. En este último lugar dos hermanos han entrado recientemente en la etapa de acogida y discernimiento.  El primer apoyo para ellos es la comunidad local, pero también nosotros, con nuestras oraciones, pidiendo por su perseverancia y para que este  “pequeño rebaño” crezca.

(Redacción, Francia)

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