Sacerdotes y seminaristas dan testimonio de la manera como ellos han sido conducidos por el Señor
Un sacerdote para la misión
El sacerdote del Emmanuel es, entonces, de manera particular, un sacerdote para la misión. Es un hombre que ha sido tomado personalmente por el amor de Dios. No es mejor que los otros y sabe que la evangelización produce frutos cuando es vivida en comunidad, con los otros hermanos y hermanas laicos y consagrados. De manera que la vida fraterna es muy importante para él. La Comunidad del Emmanuel es una familia donde él sabe que puede realizar su llamado a ser santo. En la alegría, en el espíritu de alabanza, busca servir mejor a todos los hombres, particularmente a los más pobres”. (P. Fabien, Bélgica)
“Que muchos puedan llegar a Cristo a través de mi ministerio sacerdotal”
“El principal motivo que me hizo ser sacerdote fue el llamado universal de todos los cristianos a la santidad, que solamente es posible si se tiene un encuentro personal con Jesucristo. Además, el sacerdote está llamado a ser un ministro de los sacramentos, y gracias a él tenemos acceso a estos signos visibles de la gracia invisible de Dios. La posibilidad de que otros pudiesen llegar a la santidad por medio de mi participación en el sacerdocio de Cristo me fascinó de forma profunda. Mi deseo es colaborar para que muchas personas puedan llegar a Cristo, a través de mi ministerio”. (P. Maikel, Brasil).
“Reflejar el rostro de Jesús”
“En el día de mi ordenación tuve una experiencia de transformación que vino de Dios y que me llenó de paz y de alegría. Y esta misma experiencia se repite cada día en la Eucaristía. Mi pobreza es grande y fue por pura gracia de Dios, que Él quiso llamarme. Cuando me doy cuenta que tanto el misterio de la Eucaristía como el misterio de la Cruz están unidos, una alegría inmensa habita en mí. Aspiro a será cada día un mejor misionero. Deseo igualmente vivir la Eucaristía y a través de mi vida sacerdotal, reflejar el rostro de Jesús”. (P. Angel, Perú).
Ser sacerdote, una vocación de tiempo completo
“Ser sacerdote no es un empleo. Sino una vocación de tiempo completo que abarca todo mi ser. Escoger responder al llamado de Dios en la Iglesia, significa, en principio, consagrarme totalmente a Dios y ofrendarle toda mi vida. Si: antes de actuar, yo debo entregarme a Cristo, no importa si dispongo de tiempo o no, si estoy desbordado por ocupaciones o no. Me consagro a Dios para llevar a Dios al mundo, para llevar su presencia”. (P. Paul-Marie, Francia).
Testimonio del padre Rafael Fornasier
El p. Rafael Fornasier es sacerdote de la Comunidad del Emmanuel incardinado en la diócesis de Niterói, Brasil. Testimonia cómo surgió su vocación. Para él toda vocación envuelve el misterio de la relación del ser humano con Dios. Vea aquí su testimonio
Testimonio del padre Jorge Gómez
El padre Jorge Gómez, peruano, nos cuenta su proceso vocacional, y cómo el fuego del amor de Dios lo condujo a entregarle su vida como sacerdote en la Comunidad del Emmanuel, pese a que aún la comunidad no había nacido en su país. Ver su testimonio.
Testimonio del padre Henri-Marie Mottin
¿Que fuego anima a los sacerdotes del Emmanuel?. Con ocasión del encuentro que en 2017 ellos tuvieron en Fátima, hicimos un pequeño video y una entrevista al p. Henri-Marie Mottin para responder estas preguntas. Ver el testimonio