Pensar en ir a misión en tiempo de pandemia y confinamiento puede parecer difícil y arriesgado. Sin embargo durante la Semana Santa 2021 la Comunidad del Emmanuel en Bogotá (Colombia) se preparó y juntos, familias, solteros y consagrados, salieron a misionar. A continuación se comparte la experiencia.
El lugar de misión fue el sector de la Capilla Jesús Buen Pastor, en el barrio El Mirador Norte, en la localidad de Usaquén. Esta es una zona de la periferia de Bogotá, que al estar localizada sobre cerros, cuenta con una vista maravillosa de la ciudad. Allí nos encontramos con una comunidad viva, joven, acogedora y dispuesta a servir. Una comunidad que, en medio de la crisis sanitaria actual, también decidió apostar por una semana santa en misión con el corazón sediento de decir SÍ al Señor.
La misión comenzó con la celebración del Domingo de Ramos, allí el Párroco del lugar, Padre Alexis, hizo la presentación del equipo misionero a los fieles de la parroquia. Vivimos la alegría de estar juntos, todos los estados de vida, haciendo realidad esa comunión que el Señor ha regalado a la Comunidad del Emmanuel.
Visitas a hogares
Con las debidas precauciones sanitarias realizamos las visitas a las casas, junto a los parroquianos y jóvenes que se preparan para recibir el sacramento de la confirmación al final de este año. Fue un tiempo para compartir la palabra de Dios, escuchando los corazones, recordándoles a todos que no están solos, que El Señor camina con nosotros en estos momentos de prueba y confinamiento. En algunos casos se bendijeron las familias, al hogar, a los enfermos y en todas las visitas se compartió del calor fraterno bajo el bello panorama de la ciudad vista desde lo alto de esta zona conocida como “el mirador”.
Noche de Misericordia
La Noche de misericordia fue un espacio para quienes sintieron en su corazón el deseo de acercarse y reconciliarse con el Señor expuesto en el Santísimo Sacramento. Tuvimos la gracia del Sacramento de la Confesión, la oración de unos por otros y la oportunidad de dejar por escrito nuestras intenciones de oración ante el Santísimo.
Particularmente alegre y fecundo fue el servicio litúrgico en el cual los miembros de la Comunidad del Emmanuel y el coro de la parroquia compartimos y cantamos a una sola voz, viviendo y sirviendo juntos a nuestros hermanos del Barrio el Codito.
Triduo Pascual
Finalmente, la celebración del Triduo Pascual nos ayudó a salir fortalecidos, enamorados cada vez más del Señor. Con la mirada puesta en la luz de Jesús resucitado que nos acompaña en las pruebas y nos transmite la fuerza para continuar el camino en comunidad con alegría, entusiasmo y llenos del deseo de continuar sirviendo a Cristo que “ha vencido la muerte y quiere compartirnos su vida en abundancia”
Este tiempo de misión y de compartir fraterno fue una oportunidad para llevar el mensaje de esperanza de Cristo resucitado. Fue un llamado para que, en estos tiempos de confinamiento, no nos olvidemos de los hermanos y salgamos a su encuentro, con todas las medidas y precaución.
Damos gloria al Señor que nos ha permitido vivir esta misión y nos muestra su rostro Misericordioso en nuestros hermanos a través del don del servicio…
¡Hoy Nuestro Gozo es el Señor, ALEGRÍA!
¡Está a nuestro lado sin cesar, ALEGRÍA!
Dimelza Silva