Es ya una tradición: los sacerdotes de la Comunidad del Emmanuel que sirven en América Latina, se encuentran cada dos años en el verano austral (esta vez del 14 al 19 de enero, en Lima) ¡y estuvimos bendecidos con la presencia del Papa Francisco!
En esta oportunidad ocho sacerdotes de Salvador (Brasil), Lima, Arequipa (Perú) y Granada (Nicaragua) tuvieron su tercer encuentro, con la alegría adicionar de estar acompañados además de sus hermanos y hermanas laicos(as) y consagradas del Comité de América Latina. A este grupo se agregó un seminarista y tres jóvenes en discernimiento vocacional.
La buena sorpresa fue la presencia del papa Francisco en Perú. Lo seguimos de cerca en su agenda, si bien no logró tener un momento libre para que nos visitara. Algunas de sus palabras pronunciadas en Chile y en Perú nos animó sobre varios aspectos: vivir de cerca nuestro carisma de la comunión de los estados de vida; continuar yendo a las periferias de la existencia humana –las cuatro parroquias donde los sacerdotes del Emmanuel están presentes en América Latina se encuentran en periferias difíciles- y anunciar el Evangelio con respeto y amor, teniendo en cuenta la riqueza y la diversidad de los pueblos y de las culturas de este continente.
El padre Henri-Marie, nuevo responsable de la Asociación Clerical del Emmanuel, llamó a la importancia de vivir a tiempo pleno como miembros de la Fraternidad de Jesús para ser los sacerdotes del Emmanuel que la Iglesia espera. Mons. Pacci, obispo auxiliar de Lima nos animó a vivir el carisma del Emmanuel, especialmente de la Compasión, para responder a los grandes desafíos de la Iglesia local, que son la secularización y la degradación ecológica y social. Un momento espiritual fuerte fue el peregrinaje a la tumba de los dos grades santos de Lima: Martín de Porres y Rosa de Lima.
En pleno nacimiento de la Casa San José, en Salvador de Bahía, escuchamos hablar de la formación sacerdotal que se pone en marcha en vínculo con la Universidad Católica de Salvador, señalando la importancia de integrarla a la vida comunitaria para responder a los actuales desafíos locales de renovación en la formación de los sacerdotes.
No es posible terminar sin decir una palabra sobre la necesidad de hacer un seguimiento a los jóvenes para que ellos se llenen de coraje y perseveren en la respuesta a su vocación.
Vale decir que en este mini-encuentro latino-panamericano, hemos sido renovados por la misión, en la simplicidad, la oración, la alegría y la fraternidad.
Pbro. Xavier Bizard
Puede encontrar en este video las mejores fotos del encuentro: